Foto: Tony Rivera/CiudadanosMx

Por Leticia Villaseñor

Temixco, Mor.- La casa marcada con el número 238 es custodiada permanentemente por un grupo de policías estatales que permanecen la mayor parte del tiempo dentro de un vehículo blindado.

La zona donde se ubica el domicilio en el municipio de Temixco está considerada de alta peligrosidad, es la colonia Rubén Jaramillo donde el pasado 30 de noviembre fueron asesinadas cinco mujeres, una bebé de dos meses, entre ellas, y un adolescente de 14 años.

Todos tenían un vínculo familiar con José Alberto Valdez Chapa, “El señor de la V”, señalado por el comisionado de Seguridad, Jesús Alberto Capella Ibarra, como presunto integrante de un cartel de Guerrero.

La madrugada del 30 de noviembre un grupo de inteligencia fue alertado sobre la presencia de sujetos armados e incluso de posibles víctimas privadas de su libertad en el sitio referido, pese a ello los siete policías ejecutaron un operativo para detener a los hombres presuntamente armados e ingresaron al domicilio en medio de un presunto fuego cruzado.

Las víctimas murieron encerradas en un baño por los impactos de bala de al menos cinco policías al interior de la casa. A un mes del multihomicidio, ningún policía o implicado en la muerte de las mujeres y niños ha sido puesto a disposición por la pérdida de estas vidas humanas.

Tan solo una semana después, en el municipio cañero de Zacatepec, otros dos policías adscritos al Mando Único dispararon en contra de civiles en un retén, a la altura del Tecnológico de Zacatepec.

Los hermanos Hernández Sotelo atendieron la orden de revisión de los policías Edmundo y Gerardo, pero éstos, a decir de los deudos de las víctimas, les robaron sus teléfonos celulares por lo que se hicieron de palabras con los oficiales quienes a su vez abordaron la unidad para darse a la fuga pero fueron alcanzados por los hermanos.

A decir del abogado de los familiares, Juan Carlos Catarino, existe un video donde se aprecia que la unidad oficial dobló en un callejón seguido del automotor de los hermanos Hernández. Instantes después, sin que se haya difundido la causa, los oficiales accionaron sus armas en contra de Omar y Ramón, de oficio carniceros, quienes perdieron la vida al instante. Al ataque sobrevivieron Raymundo, hermano de las víctimas y Hugo, sobrino de las mismas.

Los oficiales fueron vinculados a proceso por el delito de homicidio calificado y permanecen en prisión preventiva, sin embargo, la Comisión Estatal de Seguridad no se pronunció sobre el comportamiento de sus oficiales, a pesar de que todos los elementos policiacos están bajo sus órdenes con el modelo de Mando Único, impuesto en Morelos desde 2013.

 

Joven molido a golpes por policías, Fiscalía los exonera

A finales de febrero pasado, Erwin Itzael “N” de 27 años fue privado de la vida a manos de cinco policías. Su delito fue correr cuando divisó una patrulla, esa acción fue tomada por los policías como sospechosa por lo que le marcaron el alto pero el joven no se detuvo. Cuando le dieron alcance el joven superó en fuerza a ambos oficiales por lo que pidieron refuerzos.

El trayecto desde donde fue detenido Erwin Itzael hasta las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Ciudadana a donde fue llevado por resistencia a particulares es de 3 kilómetros con una duración estimada de 10 minutos.

Ese lapso fue suficiente para que ocasionarle al menos 30 fracturas en todo el cuerpo, un traumatismo severo en la cabeza y un sangrado interno que el propio fiscal, Javier Pérez Durán “justificó” como una úlcera, de la que no hubo antecedente alguno, pero que fue tomada como la causa de su muerte. Así libraron el proceso penal los cinco policías adscritos al Mando Único de Cuernavaca.

El 1 de enero de este año, el policía Arturo Hernández Delgado ingresó a una cantina del centro de Cuernavaca, luego de algunas copas discutió con un hombre identificado como Epifanio a quien le disparó y mató. El oficial fue detenido pero hasta el momento se desconoce si fue sentenciado por el homicidio.

En octubre pasado, un hombre llamado José Alfredo “N” de 33 años de edad, vecino de la colonia Gabriel Tepepa del municipio de Tlaquiltenango, fue asesinado de un balazo en la espalda.

La ficha del levantamiento difundida por la Fiscalía General del Estado exhibió la causa de muerte derivada del disparo pero expuso que “la víctima fue traslada en ambulancia desde su casa hasta al nosocomio de Jojutla al que llegó sin vida, desconociéndose los hechos que dieron lugar a la lesión”.

Sin embargo, un parte oficial de los tripulantes de la patrulla 14 del Mando Único de dicho municipio, describe una supuesta llamada de auxilio de la familia de José Alfredo a quien presuntamente éste agredió físicamente. Al momento de arribar, el sujeto arremetió contra los oficiales con un cuchillo sin referir si les ocasionó lesión alguna y sin esclarecer la causa ni circunstancias del disparo por la espalda que recibió el hombre.

El policía Gilberto “N” quién presuntamente fue quien disparó, llevó la patrulla y el arma a su comandancia, las dejó abandonadas y huyó sin ser detenido por sus mandos superiores.

 

Policías y expolicías asesinados

El inicio de año estuvo marcado por una intensa ola de violencia en el estado ya que tan sólo en enero se registraron 72 muertes violentas.

Los elementos policiacos no libraron el embate. El 18 de enero, el expolicía José Antonio Castillo Amezcua, de 31 años, fue baleado en un puesto de tacos en el municipio de Zacatepec.

Ese mismo día pero a las 6:30 horas, fueron localizados en diversos puntos de Cuernavaca los restos de un presunto policía implicado en la detención del “Señor de la V” realizada en la colonia Papayos, al norte de Cuernavaca, tras un enfrentamiento entre presuntos bandos criminales. Los detenidos, 10, fueron puestos en libertad en condiciones no esclarecidas.

En marzo, el policía Telésforo Uspango Martínez fue atacado a balazos cuando realizaba una custodia de un domicilio ubicado en la colonia Lázaro Cárdenas  en Cuautla. El oficial murió durante su traslado a Cuernavaca. Hasta el momento se desconoce quién o quiénes perpetraron el ataque.

Dos meses después, el oficial de tránsito de Temixco, Juan Daniel Villegas Olivares, fue acribillado por dos sujetos en moto a plena luz del día.

En el mes de julio se registró otro asesinato. El custodio del penal de Atlacoloaya Carlos B.A. fue sacado por la fuerza de su domicilio por un comando armado en el poblado de Puente de Ixtla, limítrofe con el estado de guerrero. El hombre de 46 años de edad fue asesinado a quemarropa.

Presuntamente la víctima estuvo relacionada en el asesinato de un reo en el penal en el que laboraba.

El mes pasado se registró el asesinato de un policía Ministerial, éctor “N” de 32 años, quien fue emboscado en el municipio de Yautepec. Un par de semanas después, el cuerpo del expolicía Agenor Ferrera Romero, fue localizado en diversos puntos del poblado de Santa María Ahuacatitlán en Cuernavaca.

En ninguno de los casos, salvo el del doble homicidio de los hermanos asesinados en Zacatepec, hubo detenidos.

El secretario de Gobierno Matías Quiroz Medina declaró sobre el caso de Zacatepec que los dos policías traicionaron a la corporación pero responsabilizó al municipio, administrado por Francisco Salinas Sánchez, de haber dado de alta a estos elementos de manera ilegal por lo que presuntamente no estaban registrados en la Comisión Estatal de Seguridad.

Además, reveló que más de 400 elementos de la policía fueron dados de baja por cometer ilícitos.

Con la imposición del Mando Único desde hace cuatro años en la entidad, el gobernador Graco Ramírez aseguró que las corporaciones policiacas municipales estarían libres de elementos y mandos corruptos, además de la mejora de sueldos a fin de evitar la “tentación” de servir a células delincuenciales, mejora que no se cumplió.

A principios de 2017, la mala imagen del Mando Único fue cambiada sólo en el nombre. Durante el acto, el gobernador aseguró que desde que se implementó el modelo hubo una campaña mediática en su contra para desprestigiarlo.

“No al Mando Único, una campaña mediática, poderosa, usando aliados mediáticos para difundir la ineficacia del modelo policial, acreditando ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, más interesada en facilitar el desprestigio del esfuerzo por la seguridad que otorgar protección y defensa de derechos humanos, acreditando el número histórico de denuncias contra el Mando Único policial”, dijo Ramírez.