Por Abraham Jaramillo / CNNMéxico
CUAUTLA, Morelos (CNNMéxico) — Para Vicente Estrada Vega, su vida siempre se ha desarrollado en la izquierda.
Estudió en la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, donde asegura que se formó como docente, como luchador social y como persona. Después, formó parte de la guerrilla creada por Rubén Jaramillo y Lucio Cabañas. Y ahora, a décadas de haber participado en la lucha armada, busca ser diputado local en Morelos por Morena, el partido fundado por el excandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.
«La lucha social no termina nunca y no tiene edad», dice Estrada, de 78 años y también conocido como compañero Dionisio, al recordar su infancia en el pueblo minero de Taxco, Guerrero.
Ahí, su madre lo mantenía a él y a sus hermanos porque su padre había muerto. La mujer vendía comida a los mineros y de ahí sacaba recursos, pero la vida de la familia «era totalmente incierta», cuenta a CNNMéxico.
Un tío lo apoyó y lo llevó al internado del Ejército Adolfo Cienfuegos y Camu, en Tixtla, donde estudió la primaria y afirma que comenzó su lucha, cuando, un día que le preguntaron qué no le gustaba de la escuela, dijo que el director almacenaba ropa y calzado que se echaban a perder, en vez de repartirlos a los alumnos.
«En esa medida le eché al director, y que lo sacan. Fue mi primera lucha, cuando estaba yo en la primaria, ya después de esa lucha me amenazaban los maestros, los empleados, porque habían despedido al director por mi culpa y me metieron temor, así fue que me fui a Ayotzinapa», dice.
Después de trabajar como obrero en el Distrito Federal ingresó a la Normal de Ayotzinapa, que ha atraído la atención pública desde finales de 2014 luego de que 43 de sus estudiantes desaparecieran presuntamente a manos de policías municipales de Iguala aliados con narcotraficantes.
Ahí, Estrada se convirtió en presidente del comité de alumnos y conoció a Lucio Cabañas, quien más tarde fue uno de los líderes guerrilleros más conocidos del país.
En 1962, además, se unió al movimiento de Rubén Jaramillo, con el que recorrió Morelos y Puebla para defender a ejidatarios y pequeños productores. Más tarde, dice, se unió a Cabañas y colaboró en acciones del movimiento del Partido de los Pobres.
Casi a finales de 1974, a un mes de la muerte de Cabañas, Estrada fue detenido y llevado a una base militar en Iguala, donde asegura haber sido torturado. Posteriormente, fue trasladado al Reclusorio Oriente del DF, donde lo sentenciaron a 13 años de cárcel y purgó cuatro.
«Luchar a diario»
Aunque ahora es candidato a una diputación local, Estrada dice que siempre ha tenido desconfianza en la política.
Al respecto, considera que en su momento Cuauhtémoc Cárdenas y el frente del que surgió el Partido de la Revolución Democrática (PRD), a finales de la década de los 80, actuó con temor.
En su opinión, los movimientos sociales deben cambiar de enfoque y participar más activamente en la política, porque solo de esa manera habrá cambios en el país.
«El principal error que cometió todo el movimiento, desde los tiempos de (Emiliano) Zapata (el revolucionario), fue hacerle fuchi a la política», dice.
«Nosotros estamos muy sensibles a la realidad y sabemos que estamos caminando, tratando de hacer vereda en una lucha electoral, que por haberla despreciado en el pasado, incluso nosotros llegamos, a pesar de haber sido fundadores del PRD, llegamos tarde», reconoce el exguerrillero.
A pocos días de los comicios del 7 de junio que definirán si alcanza o no una curul en Morelos, Estrada menciona que la corrupción es uno de los principales males del país. Agrega que ésta se refleja en partidos y candidatos que incumplen sus promesas cuando llegan al poder, y que si se convierte en diputado propondrá reformas en la materia.
En ese sentido, también dice ser consciente de que, gane o pierda, sus batallas continuarán.
«La gente de izquierda debemos luchar a diario, y tenemos, para que nuestros compañeros respeten la voluntad popular y se resistan a la corrupción, porque ese es el poder», sostiene.