Por Leticia Villaseñor
Cuernavaca, Mor., 9 de septiembre.- En punto de las 19:00 horas llegó la concurrencia, de “mortigón y cola amarrada” para asistir a la gala lírica “Las más bellas plegarias” que se llevó a cabo en la Catedral de Cuernavaca, en el marco del Vigésimo Tercer Aniversario del Día de la Solidaridad de la Organización de Ciudades con Patrimonio Mundial (OCPM), del cual forma parte la ciudad de la “Eterna Primavera”.
El alcalde, el célebre Cuauhtémoc Blanco Bravo, sólo atinó a ponerse un blazer y camisa a cuadros en tonos grises sin corbata y tenis cafés. El resto del gabinete vistió de manera formal, como marcan las reglas de etiqueta en una gala.
Fue José Manuel Sanz Rivera quien tomó la palabra previo a la develación de la placa que fue colocada en el monumento histórico originario del siglo XVI, en la que se hace alusión que es patrimonio Mundial por la UNESCO.
“Estamos orgullosos de nuestra ciudad, de sus raíces, su historia y cultura. Cuernavaca somos los ciudadanos y el compromiso es de todos, por eso hoy celebramos nuestro patrimonio”, manifestó Sanz Rivera, de origen español.
Cuando llegó el turno al alcalde, éste, fiel a su costumbre, inició con su tradicional “antes que nada, buenas noches”, y dio un mensaje de un minuto en el que alcanzó a decir “desde el inicio de mi gobierno, me comprometí con los ciudadanos a rescatar las actividades que nos dan identidad, a impulsar la cultura y a regresarle a Cuernavaca ese esplendor que siempre le ha caracterizado”, dijo en su mensaje.
Hugo Juárez, director de Cultura del municipio invitó a los ahí reunidos, unas 20 personas de las cuales 10 eran del gabinete, a pasar a la nave principal de Catedral para escuchar “Las más bellas plegarias”, la cual estaba llena de un público común, sin atavíos elegantes, pero agradecidos con las autoridades municipales por el evento que fue gratuito pero con muy poca difusión.
El Cuauh se acomodó en primera fila escoltado por Sanz y por el tesorero Alejandro Villarreal.
Un piano de cola negro reluciente fue ejecutado por las manos prodigiosas del maestro Alejandro Vigo quien acompañó las voces de las sopranos Joyce Díaz, Ana Gloria Bastida, y de los tenores Alán Pingarón y Jesús Suaste así como el coro de los Niños Cantores de Morelos.
El edil siguió con atención las notas del “Ave María”, “Ridonami la Calma”, “Padre Nuestro”, “Laudate Dominum”, entre otras piezas, por espacio de poco más de una hora.