Por Leticia Villaseñor
Amilcingo, Mor.- «Samir amigo, la lucha está contigo». La frase es coreada por medio millar de asistentes que acuden a la misa de cuerpo presente, realizada en la parte trasera de la casa del activista. Samir Flores Soberanes fue asesinado la madrugada del miércoles a unos cuantos pasos de la puerta de su vivienda, en el poblado de Amilcingo, Temoac.
En el ambiente priva el señalamiento de que a Samir lo mató el gobierno. La acusación suena una y otra vez entre los compañeros de lucha, entre quienes se sumaron a la oposición por la Termoeléctrica de ciclo combinado de Huexca, en el municipio aledaño de Yecapixtla.
La víctima de 36 años, que dejó a tres niñas y un niño, siempre fue un hombre destacado del resto. Oriundo de una zona agrícola conoció la tierra y el efecto dañino de pesticidas o productos genéticamente modificados.
Hombre pequeño, de tez morena, vivaz, enemigo de los problemas pero preocupado y ocupado por su comunidad inició una campaña de difusión, en 2012, cuando el megaproyecto federal empezó a consolidarse.
Samir buscó la forma de difundir la información. Consiguió una pequeña antena de transmisión, una computadora y lo necesario para poner en marcha la radio comunitaria ‘Amiltzinko’.
A través de ella convocó al poblado, que se distingue por emprender diversas luchas sociales, y difundió las posibles consecuencias de la termo.
Por seis años formó parte de los opositores férreos, lo que le llevó incluso a confrontarse con el líder de la Central Cardenista Campesina, Humberto Sandoval, vecino también de Amilcingo, a quien señaló de operar a favor de la termoeléctrica así como facilitar la venta de terrenos por donde pasa el gasoducto que alimenta la construcción. Este jueves, tras el crimen del activista, el líder campesino negó tener confrontación alguna con Samir.
Incluso recriminó la labor de la Fiscalía General del Estado, que a tan sólo dos horas de perpetrado el asesinato presuntamente por dos sujetos, negó tener «indicios objetivos» de que el homicidio esté relacionado a su oposición a la termo, a pesar de que un día antes, durante una asamblea informativa realizada en el municipio de Jonacatepec, acusó la parcialidad con la que el gobierno federal difunde la información de la termo, en la que solo expone las «bondades» de la misma sin considerar a opositores ni estudios que demuestran el daño ambiental y a la salud de dichas construcciones.
«El gobierno federal no está relacionando a la víctima con la delincuencia organizada, sino la forma en que fue asesinado», declaró exasperado el delegado en Morelos, Hugo Éric Flores Cervantes.
A la petición de la CCC se le unió la Coordinadora Plan de Ayala, que responsabilizó al presidente Andrés Manuel López Obrador del crimen, y en su memoria guardan el hecho del pasado 10 de febrero, en la visita de AMLO al balneario El Almeal de Cuautla, cuando el mandatario federal los acusó de ser conservadores de ultraderecha.
Entre los manifestantes, que colocaron mantas y pancartas contra la puesta en marcha de la termo, se encontraba Samir Flores.
A decir de Jesús González, vocero de la Coordinadora, dicho mensaje azuzó a la ciudadanía contra los activistas y los dejó en un estado de indefensión.
Los compañeros de lucha de Samir se dijeron molestos por la forma cómo la autoridad pretende sofocar las voces contrarias, así como criminalizar a su homólogo.
Samir era un idealista, un comunicador, un estupendo herrero, nunca estuvo relacionado con el crimen organizado, recrimina Samanta César, vocera del poblado que se rige por usos y costumbres.
No nos callarán, sentencia, y la frase tiene eco en al menos otras 10 personas que se reúnen en torno a ella. Si esto lo hicieron para amedrentarnos se equivocaron quienes pretenden minimizar esta lucha, expresó.
Sin embargo la activista no responde al cuestionamiento sobre movilizaciones o alguna otra acción sobre la consulta a realizarse este fin de semana en el estado sobre la puesta en marcha o no de la termo, que se realizará dd manera alterna en Puebla y Tlaxcala, estados por los que atraviesa el gasoducto.
La plática con Samanta se interrumpe cuando la banda de viento da sus primeros acordes, señal de que el oficio religioso está por comenzar. Alrededor de un millar de personas se congregaron en el terreno de la casa de Samir, las calles aledañas también están repletas en espera de que el cortejo parta hacia el panteón local, donde Samir será inhumado.