Redacción SL
Cuernavaca, Mor., 19 de septiembre.- A las 13:14 horas del 19 de septiembre la tierra se cimbró en Jojutla, sur del estado, por el sismo de 7.1 grados de magnitud y su fuerza colapsó 2 mil 250 inmuebles, entre casas habitación, inmuebles históricos, hospitales, edificios comerciales y escuelas. De ese número todavía restan 250 inmuebles por atender a cuatro años de distancia, afirma Amada Flores, síndico electo.
El ambiente era de espanto y un fuerte olor a gas envolvió la cabecera municipal. Mucha gente entró en pánico, gritó y corría por el temor de que se produjeran incendios por el gas disperso en el aire, recuerda Virginia Albarrán Ferreira,
Subdirectora de la escuela secundaria Benito Juárez García, cuyo inmueble fue declarado con pérdida total.
Era una escuela con 77 años de antigüedad que cuando sintió el temblor todas las columnas de los primeros pisos se tronaron y quedaron expuestas las varillas de todo el edificio.
Ese inmueble, considerado la primera secundaria del municipio y que atiende al mayor número de alumnos en la región, no ha sido entregada oficialmente, pero sus muros registran cuarteaduras, su sistema para canalizar aguas de lluvias son contrarias a la puerta principal, tienen problemas de cableado, los registros de energía eléctrica están descubiertos y algunos muros tienen ranuras por donde se filtra el agua.
Elvia Margarita Morales Vázquez, directora de Educación del municipio de Jojutla, dice que la mayoría de las escuelas intervenidas por el Instituto Estatal de Infraestructura Educativa Morelos (INEIEM) han sido entregadas, aunque algunas tienen vicios ocultos y no pueden ser utilizadas en este nuevo regreso a la normalidad laboral.
De manera oficial sólo han sido reportadas dos escuelas sin entregar por parte del INEIEM en Jojutla, y éstas son las secundarias Benito Juárez, situada en la cabecera municipal, y la José Vasconcelos, ubicada en Tehuixtla, ambos de Jojutla.
A un kilómetro y medio, aproximadamente, en la comunidad de El Higuerón, la situación es distinta porque la Fundación Hogares construyó para los alumnos de la escuela primaria Emiliano Zapata Salazar un centro educativo de primer nivel.
El plano arquitectónico fue elaborado y donado por Alberto Kalach, distinguido y reconocido en la escena arquitectónica internacional.
El edificio de primer mundo fue entregado en septiembre de 2019 por los directivos de la fundación, acompañado por personal de Infonavit y el gobernador Cuauhtémoc Blanco, quien quedó asombrado por el diseño único en el país, caracterizado por la sustentabilidad y sus 13 aulas didácticas, cuya altura de los salones supera los cuatro metros.
Felipe López Tarango, director de la escuela, contó que Hogares ofreció nueve construcciones en apoyo a habitantes de Jojutla y entre ellos consideró una escuela, y fue el propio Kalash quien preguntó por las zonas más devastadas de Jojutla y cuando visitó las ruinas de la escuela primaria supo que era la superficie adecuada para concretar su proyecto, cuenta el profesor.

El rezago
La secundaria Benito Juárez se encuentra a un lado de la Preparatoria de Jojutla, perteneciente a la UAEM, también con rezagos en su reconstrucción, y las últimas lluvias desnudaron los yerros arquitectónicos porque su estacionamiento, un patio, la zona de comida y los salones de la parte alta se inundaron debido a que el declive es contrario a las puertas.
Héctor García Eitan, director de la secundaria, dijo que la construcción de la escuela corrió a cargo del INEIEM a través de la contratación de dos empresas, y las dos son responsables de los errores que surgieron con las lluvias. El inmueble todavía no es entregado oficialmente pero el director y su equipo de trabajo comenzaron a limpiar la zona y preparar las condiciones para el regreso a clase de forma presencial.
“Lo que urge es un transformador, no tenemos luz, estamos a oscuras. Hay inundaciones en la parte oeste que colindan con un canal, no tiene salida de agua, hay salones inundados porque la marquesina no está afuera.
“La afluencia de agua es contraria a la puerta por lo tanto se detiene en las paredes porque no hay salida tenemos que sacar el agua. Tenemos problemas en el cableado porque no hicieron los niveles, está entrando el agua a los registros de luz, hay fracturas en algunos muros nuevos, hay ranuras, se filtra el agua”, refiere el director.
En la escuela siguen de pie las aulas móviles que se utilizaron como provisionales, pero ahora detectaron que en la colocación dañaron el piso de la cancha deportiva porque instalaron placas de acero para fijar las aulas.
Junto con sus compañeros acudieron ante la dirección de Educación municipal para pedir su intervención ante la CFE y coloquen el transformador que hace falta, además de la autorización del INEIEM para poder entrar.
Liliana Miranda Sanchez, subdirectora del turno vespertino de la Benito Juárez, refuerza la petición de sus compañeros porque considera que los alumnos deben regresar a las aulas y recibir atención por la afectación emocional del sismo que, aunado a la pandemia, resulta importante que regresen, que salgan a ver el después, afirma.

Reclamos
La protesta de autoridades de la zona sur, epicentro del sismo de septiembre de 2017, se hizo presente en la instalación de la Comisión especial de la reconstrucción del estado de Morelos, y algunos acusaron al INAH de olvidar el rescate de monumentos históricos dañados.
El presidente municipal electo de Tlaquiltenango Carlos Franco Ruiz pidió la intervención de los legisladores con el INAH, para demoler algunas bardas perimetrales que, dijo, ponen en riesgo a la población ya que no han sido reconstruidas.
Detalló que son bardas perimetrales de 50 y hasta 200 metros que no han sido restauradas por parte del INAH y es un grave problema, por ejemplo, en la entrada al ayuntamiento de Tlaquiltenango hay un pórtico que está por caerse, pero el instituto no trabaja ni deja trabajar.
Por su parte el presidente de la comisión legislativa, diputado Arturo Pérez Flores, cuestionó la labor de sus antecesores y expresó que la documentación recibida consta de minutas de seis sesiones de trabajo y cuatro exhortos, lo cual dista de la realidad que se percibe aún en los municipios de Jojutla, Tlaquiltenango, Tepalcingo,
Axochiapan y otros municipios afectados por el sismo de septiembre de 2017.
Uno de los primeros pasos, dijo, fue sumarse al punto de acuerdo por el cual el Poder Legislativo exhortó al gobierno de Morelos esclarecer el destino de 12 millones de pesos del Presupuesto de Egresos 2021 para el Sistema de Alerta Sísmica del Estado de Morelos.
Para el diputado Arturo Pérez Flores, a cuatro años del S19, hay muchos faltantes en las tareas de reconstrucción y cita dos ejemplos. “Se ordenó auditar los recursos del Fideicomiso Unidos por Morelos, y no tenemos en la nueva legislatura del Congreso local, información que se haya ejecutado dicha revisión”.
Además, agrega, en este 2021 se autorizó una partida presupuestal de 12 millones de pesos para la implementación del Sistema de Alerta Sísmica, de la cual ya solicitamos información al gobierno estatal para saber en qué se ha gastado ese recurso que es muy importante porque salvaría vidas de morelenses.
Pérez Flores asegura que de las pláticas que tuvo con presidentes municipales de Jojutla, Tlaquiltenango, Tepalcingo y Axochiapan concluyeron que hay un esfuerzo de los gobiernos federal y estatal, de la iniciativa privada, de los municipios y de la sociedad general, pero esto no significa que ya no haya pendientes. “Los hay y en eso se tiene que trabajar”, expuso.