Por  Oswald Alonso

CUERNAVACA, Mor., 24 de noviembre.- La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) informó este martes que decidió atraer el caso de la fosa “clandestina” de la comunidad de Tetelcingo, donde fueron depositados cadáveres presuntamente 150 cadáveres.

En un comunicado la CNDH informó que atrae también el caso de la queja interpuesto por la familia del joven Oliver Wenceslao Navarrete Hernández, quien fue depositado en la fosa a pesar de que había sido identificado por su mamá, luego de haber sido secuestrado y asesinado en el 2013.

El comunicado precisa que el  presidente de la CNDH, Luis Raúl González Pérez, instruyó a personal de esta Comisión Nacional, encabezada por el Segundo Visitador General, Enrique Guadarrama López, a trasladarse de inmediato a Morelos para realizar la investigación.

La CNDH pidió se otorguen medidas cautelares que permitan garantizar la vida e integridad física de las señoras María Concepción Hernández Fernández y Amalia Alejandra Hernández Fernández, madre y tía de Oliver, quienes han recibido diversas amenazas luego de haber difundido la existencia de la fosa y difundir un video donde se muestra cuando los están exhumando.

También pidió se otorguen medidas cautelares para garantizar la preservación del lugar de los hechos, así como mantener el registro que contenga la identificación de personas que intervengan en la cadena de custodia y de quienes están autorizados para reconocer y manejar los indicios, huellas o vestigios de lo sucedido en la fosa.

La decisión, dijo González Pérez, se dio después de que ayer lunes se reunió con un colectivo de familiares de desaparecidos acompañados por el padre y activista Alejandro Solalinde, el poeta Javier Sicilia y el rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), Alejandro Vera Jiménez, quienes pidieron la atracción del caso por la omisión de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos (CDHEM), en la integración de la queja.

La familia de Oliver Wenseslao expuso en la CNDH el caso de su hijo, secuestrado y asesinado en 2013, quien, a pesar de estar plenamente identificado, fue inhumado de manera ilegal en una fosa ubicada en Tetelcingo, en el municipio de Cuautla, Morelos, el 28 de marzo de 2014.

María Concepción y Amalia Hernández, mamá y tía de Oliver Wenceslao, pidieron a la CNDH y la PGR atraigan caso, por una parte, para hacer justicia a su hijo, pero también –dijeron– por las 149 familias de los cuerpos restantes que siguen bajo tierra” en esas dos fosas.

La familia afirmó que, a pesar de que ellas recuperaron el cuerpo de Oliver, ahora la lucha es para deslindar responsabilidades por las irregularidades cometidas en el caso de hijo, pero sobre todo, para procurar justicia para las 149 familias y víctimas que todavía, presumiblemente, se encuentran en las fosas ubicadas en el predio “El Maguey”, del ejido de Tetelcingo, Morelos.