Por de10.com.mx
Vivir implica necesariamente que vamos a morir y justo eso es lo que nos distingue como seres humanos, todos tenemos certeza de que moriremos.
Pero hablar de la muerte puede ser un tema muy angustiante, es decir, sabemos que vamos a morir, pero no cómo ni cuándo, ni siquiera en una enfermedad terminal tenemos la certeza de cómo va a acabar este show, o qué hay después de la muerte, si hay vida, si hay cielo, si hay infierno, qué más hay, lo que dejamos atrás, las personas a las que queremos, una sorpresa.
En un mundo como en el que vivimos, creemos que moriremos en un robo, en un desastre natural o de una enfermedad, pero ¿cuál es la peor forma de irte de este plano material? Vice España y Quo España se dieron a la tarea de investigarlo, para lo cual entrevistaron a científicos que dieron su opinión sobre esta situación.
Randy Curtis, director del Centro de Cuidados Paliativos de la Universidad de Washington.
«El contexto es importante cuando pensamos en el dolor, el nacimiento es un buen ejemplo. Es mucho sufrimiento, pero sabes que es temporal y sabes por qué lo estas sufriendo. A diferencia del dolor producido por el cáncer, el que acorta tu vida y puede ir empeorando.”
“Lo que yo temería es el dolor grave y a no tener acceso a médicos que me tomen en serio y me traten eficazmente”, dice Curtis.
Resultado: Larga y dolorosa enfermedad, donde los médicos no tomen en serio el dolor.
Larissa Tracy, profesora de literatura medieval en la Longwood University de Farmville, Virginia
Tracy realiza una interesante comparación sobre el miedo a la muerte, por ejemplo una que procede de torturas, casi como en la Edad Media. La característica común de estos castigos era que resultaban muy dolorosos y tardaban mucho tiempo para matar a alguien, por ejemplo el ahorcamiento, «No era una forma sofisticada de ahorcar. Simplemente elevaban a los criminales para que se ahorcaran, lo que podía tardar entre seis y diez minutos.» explica la experta.
Por ejemplo, la pena de muerte en la actualidad, la que podría ser hasta misericordiosa si se compara con lo sucedido en la antigüedad, a excepción de la silla eléctrica, donde «se aplican miles de voltios al cuerpo humano, el cerebro hierve y aparecen llamas en algunas partes de la piel», comentó Tracy. «Y quien lo sufre está vivo durante todo el proceso.”
Resultado: Nada puede ser tan doloroso como una muerte que tarda en llegar.
Joanne Lynn, médico y especialista en cuidados paliativos
«Queremos creer que vamos a morir de un ataque al corazón durante la noche, pero esa no es la realidad», dice Lynn. El deterioro físico de una persona enferma es duro, y cada vez la gente tiene más miedo, temen sufrir soledad física y emocional, perder el control, no poder comer, estar muerto.
Resultado: Muerte tras enfermedad larga y dolorosa ¡con cuidados inadecuados!