Por Leticia Villaseñor
Cuernavaca, Mor., 1 de noviembre.- Ninguna escuela puede exigir la firma de una responsiva a los padres de familia para que los niños se reintegren a clases luego del sismo del pasado 19 de septiembre, declaró el delegado de la Secretaria de Educación Pública, Alejandro Pacheco Gómez.
Desde principios de octubre, padres de familia de la zona sur, la más dañada tras el terremoto, denunciaron el condicionamiento de algunos planteles educativos para recibir a los menores a cambio de la firma de una responsiva que exima a la escuela de hacerse responsable en caso de que estructura del plantel sufra algún daño por la reanudación de actividades.
Los dictámenes elaborados a los planteles son cuestionados tanto por el personal docente y administrativo como por los padres de familia, ya que en algunos casos estos se contraponen, además de que el personal que los realizó no fue el adecuado para ello, acusaron.
En respuesta, el delegado de la SEP dijo que ve complicado que alguien se atreva a exigirlo debido a que la indicación en lo general del secretario de Educación, Aurelio Nuño es no incorporar a nadie a los planteles en caso de que pueda correrse algún riesgo, es la premisa, por eso pareciera que el proceso va lento, afirmó.
Explicó que en la actualidad se hacen segundas visitas a las escuelas con más detalladas a fin de resarcir los daños.
Escuelas derruidos y aulas móviles
Para atender la demanda de los alumnos en los estados que quedaron sin escuelas por el desastre natural, el Fondo Nacional de Desastres (Fonden) a través de Apoyo Parcial Inmediato, (API) destinó 124 millones de pesos para la renta de aulas móviles y búsqueda de espacios alternos para que la siguiente semana el 80% de alumnos reinicie sus estudios.
Alejandro Pacheco detalló que en Morelos 36 planteles, principalmente en la zona sur, no podrán ser utilizados ya que éstos colapsaron, fueron derruidos o están en ese proceso de destrucción, por lo cual se rentarán 200 aulas móviles para atender dicha necesidad.
Las aulas móviles se colocarán en el mismo terreno donde se ubicó la escuela, una vez removidos los escombros si las condiciones lo permiten, de lo contrario deben buscarse opciones, explicó el funcionario federal quien aseguró que está en contra de que se usen los espacios públicos como las plazas o parques para dicho fin.
El pasado fin de semana, 18 aulas móviles prestadas por el fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) fueron instaladas en la zona sur con capacidad para unos 35 niños cada una, lo que apenas cubre las necesidades de una escuela primaria en sus seis rados.
Pero estas carpas no incluyen ni butacas ni pizarrones ni material didáctico ni baños móviles, entre otras necesidades, tampoco resultan adecuadas para el calor promedio de 35 rados centígrados, que se incrementa por lo menos unos 3 o 4 rados más dentro de la lona plástica.
En los próximos días serán beneficiados con aulas móviles los estudiantes de la Secundaria “Benito Juárez”, derruida recientemente por los daños sufridos. Previo a su derrumbe, se realizó una ceremonia solemne en la que los alumnos se vistieron con su uniforme de gala y la banda de guerra precedió al primer “garrazo” de la maquinaria pesada que puso fin a la edificación.