Por Antonella Ladino
CUERNAVACA, Mor., 24 de agosto.- La ciudad de Cuernavaca estaba pensada como el lugar del turista, un espacio de fin de semana para los extranjeros, para los que viven en el Distrito Federal, sin embargo, con el paso del tiempo la ciudad de la eterna primavera se ha modernizado.
Zaira Espíritu Contreras, doctora en Ciencias Antropológicas con especialidad en Análisis del arte y la cultura, habla sobre la relación que hay entre la enigmática ciudad de Cuernavaca, los extranjeros que la habitaron o habitan, y el arte.
Expuso que Cuernavaca es una ciudad interesante aunque pequeña y cercana al Distrito Federal, cuenta con tres escuelas de arte y cada vez aumenta sus espacios para la difusión y aprendizaje del nivel artístico.
En el caso del Museo Robert Brady, es un espacio privado pero tiene actividades de interés para la juventud, como las conferencias con especialistas y la proyección del cine-club, además el museo cuenta con más de mil 300 piezas de colección que Brady adquirió mientras recorría el mundo, piezas de Diego Rivera, Frida Kahlo y demás.
Robert Brady llega a Cuernavaca a finales de los años 50 y en los años 60 y 70 llegan más extranjeros en calidad de turistas, varios intelectuales como el caso d Erich From quien compro una casa en Morelos.
A la capital llegaron artistas que formaron sus talleres algunos se quedaron otros venían a trabajar y se iban y desde ahí empiezan a sembrar las bases de lo que será una vida intelectual y cultural para la ciudad.
Entonces aquí se traza ese puente entre el momento que vivió Brady, y los extranjeros que la habitan, detalla Zaira Espíritu. Un momento donde la ciudad se transforma, lo que fue un lugar de descanso ahora es un espacio de reflexión y se convierte en un lugar donde llegan turistas pero no sólo como visitantes, ahora adoptan este lugar para vivir y empiezan con nuevas propuestas para el arte.
El interés de los extranjeros que habitaron o habitan en Morelos hace una reflexión sobre cómo se va construyendo la escena artística e intelectual en la capital. Así como Robert Brady, una persona coleccionista, viajero, curioso y amante de las artes, con ese perfil muchas personas llegan a Cuernavaca, una ciudad abierta y contemporánea.
Zaira Espíritu consideró que la gente le da una característica de apertura a la ciudad por eso el modelo de artistas que hay actualmente, son viajeros,se adaptan y experimentan, artistas que logran fusionar su contexto de origen con un contexto más internacional porque se están constantemente moviendo y que coleccionan experiencias, como lo fue Robert Brady, explicó.
“El museo Brady es como la ciudad, alberga más de mil 300 piezas diferentes que su fundador coleccionó durante su visita a otros países y lo mismo pasa con la capital, los que la habitan en su mayoría son migrantes de otros estados”, finalizó Espíritu.