Por Sergio Ferrer

(Primera parte)

JOSÉ MARÍA MORELOS, Oax., 12 de mayo.- “Nací en un bajareque sin doctores ni enfermeras, mi mamá me trajo al mundo con ayuda de partera”, versa la chilena Negrito Chimeco de Pepe Ramos. En la actualidad quedan pocas parteras en las comunidades de la Costa Chica de Oaxaca, según comentaron mujeres negras de la comunidad José María Morelos.

“Si le da muina al bebé debe ser bañado con la ropa de las personas que se pelearon, también se prepara una bebida y se le da un poco, mucha gente no cree pero así le pasó a mi niño y fui con una curandera que me ayudó a quitarle ese mal”, comentó una madre durante el desarrollo de la mesa Salud y Medicina Tradicional dentro del foro “El pueblo negro, autonomía y reconocimiento constitucional”.

Dicho foro, que incluyó mesas redondas y ponencias, formó parte, con diversas actividades culturales, del evento “¡Orgullosamente negro afromexicano!” efectuado los dos primeros días del mes en la localidad de Morelos, municipio de Huazolotitlán, en la Costa Chica de Oaxaca.

Aunque con ciertos contratiempos en las locaciones por cuestiones políticas  ̶ que afectan a más de un pueblo a lo largo del país ̶ , se concretaron las actividades cuyo “objetivo primordial es el reconocimiento constitucional del pueblo negro afromexicano”, comentó Israel Reyes Larrea, presidente de la Asociación Civil África.

Otra enfermedad que pueden curar las médicas tradicionales es la melarchia, que se presenta cuando alguien le transmite su pesar a los niños por contacto o la mirada; para eso se prepara una receta de distintas plantas como es la hierba albahaca, la ruda monta, la ruda casera, hierba mora, hoja limón, además de utilizarse un huevo y agua siete machos, aunque cada señora tiene su forma de curar.

Las mujeres reunidas en la escuela primaria Emiliano Zapata comentaron también que ya casi no hay parteras en los pueblos. En otros puntos compartidos en las demás mesas, se indicó que los pueblos negros carecen de medios de comunicación que les permitan estar informados o incluso alertar a la población en caso de alguna contingencia ambiental.

Hablando con algunos pobladores de Morelos, ̶ cuyo camino, partiendo de la desviación de la carretera Pinotepa-Puerto Escondido, está severamente averiado ̶ , de la situación de economía y ambiental, son sabidos varios casos de cáncer y problemas en la salud. Una hipótesis es que se deriva del uso excesivo de agroquímicos tóxicos en las numerosas plantaciones de papaya. En la localidad se pueden ver varias tiendas donde se consiguen esos productos, cuyo manejo ha sido incluso prohibido en varios países de Europa.

Sin embargo, los productores difícilmente procurarán cambiar las “fórmulas mágicas” debido a la rapidez con la cual se dan las cosechas, aunque los daños a la salud de la población y de los trabajadores puedan derivar en graves y permanentes afectaciones en el bienestar físico.

 

Las demandas del pueblo negro

De cara a los censos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, (Inegi) de 2015 y 2020, es labor de las organizaciones sociales lograr que exista una pregunta específica para los pueblos negros, un trabajo por la búsqueda de la visibilidad estadística y jurídica.

En el foro organizado por: África AC, que contó con el respaldo de la Agencia Municipal de Morelos, Oxfam, SAI Oaxaca, y Colectivo Morenas, dos mujeres activistas dieron su punto de vista sobre el trabajo por el reconocimiento constitucional del pueblo negro.

Beatriz Amaro Clemente, originaria de San Juan Bautista, señaló en entrevista que en 2012 en Huazolotitlán, la Secretaría de Asuntos Indígenas organizó un foro de comunidades afros para promover una consulta que permitiera saber qué era lo que se necesita, en dicho encuentro ella fue una de las delegadas para el foro estatal donde se sentaron las bases a partir de cinco mesas con temas como la participación ciudadana, migración o el reconocimiento constitucional.

Amaro Clemente afirmó que los pueblos anhelan y necesitan una iniciativa de ley no sólo para los pueblos negros, sino también contemplando los derechos de los pueblos indígenas y afromexicanos, pero, atajó que, en base a consultas en los pueblos, se conoció que no se identifican con lo “afromexicano” sino para la gente, lo más cercano es lo “negro”.

Por esta razón, se decidió adoptar el término negro afromexicano que se contemple, además de los pueblos indígenas, en la iniciativa de reforma al artículo 16 constitucional, la cual se encuentra en el Congreso estatal para su discusión luego de que fue presentada a los diputados de las comisiones unidas de estudios constitucionales e indígenas, por lo que están a la espera de si pasará tal como se envió o tendrá alguna modificación, señaló la activista.

Amaro Clemente reconoció que, al hablar de organizaciones, de pronto parece que se habla de partidos políticos y de varios bandos a pesar de que hay puntos que las unen que deberían servir para aglutinarse, “chocan por puntos no tan importantes lo que genera división, hay organizaciones nacionales o bi estatales que intentan imponerse y es cuando viene la ruptura ya sea en Guerrero o aquí en Oaxaca”, lamentó.

En el caso de Guerrero son quizá menos evidentes pero en Oaxaca sí existe un enfrentamiento más directo con posiciones polarizadas en lo académico. Hay grupos que defienden “a raja tabla” el término “afrodescendiente” o “afromexicanidad”, aunque emane de cuestiones externas, no quieren ver la realidad de que el pueblo dijo que no quiere ser “afromexicano”, sino que quiere ser “negro” con lo cual no están respetando el derecho de los pueblos a la autodeterminación, dijo Amaro Clemente.

La activista concluyó reconociendo que hay organizaciones que llevan entre 15 a 20 años trabajando, pero a veces se frenan por cuestiones más políticas que de fondo, cuando podrían remar en la misma dirección e impulsar el respeto a los deseos del pueblo.

Juliana Acevedo Ávila, activista originaria de José María Morelos, considera que los pueblos negros están en el rezago y la marginación, por ello se pretende que la reforma contribuya a una mejoría en la calidad de vida de las comunidades negras, tener un reconocimiento, aseguró.

Acevedo Ávila advirtió que es un proceso largo y difícil para que la gente conozca sus raíces, quizá con un renacer identitario puedan asumirse como “afromexicanos” pero lo que ahora les da identidad a las comunidades es el término “negro”.

En el evento “¡Orgullosamente negro afromexicano!” participaron también artistas de distintos lugares como los Soneros de la Cuenca, de Veracruz; la cantautora Silvia María, de la capital del estado; Marco Antonio Rico Belmont con su Balafón, del Distrito Federal, Kukulkan Sonido Antisistema de Guerrero, así como talento local convocado por África quienes también dieron a conocer el Centro de Documentación Afro (Cenda).

Tanto en la Costa Chica de Oaxaca como en la de Guerrero se ubica uno de los principales asentamientos de la población afromestiza. En Oaxaca, las comunidades negras se localizan en el distrito de Jamiltepec, principalmente. Aunque de paso está decir que conviven y colindan con pueblos na savi (mixtecos).

Además de la fuerza de las palabras, léanse corridos, chilenas, cantos, las costumbres y tradiciones de los pueblos negros de la Costa Chica está en el vigor de sus danzas, en la sensualidad de la artesa, en los colores y sabores de su gastronomía, en el misticismo de sus rituales para invocar a la lluvia o curar de espanto o animal, afirma Reyes Larrea en su libro “Costumbres y tradiciones de los pueblos negros de la Costa Chica de Oaxaca”.

Fotos: Sergio Ferrer

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