Por Leticia Villaseñor
CUERNAVACA, Mor., 3 de septiembre.- El municipio debe obligar al Café Alondra a resarcir el daño causado al edificio histórico de la Casona Spencer con el mural interactivo que plasmó a manera de homenaje de John Spencer, demandó el delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Víctor Hugo Valencia Varela.
El delegado dejó en claro que la pinta, obra de Sergio Rubio, «es un daño pero reversible al lugar por parte de quien renta el inmueble».
Aclaró, sin embargo que es el municipio a través de su área de Licencias, el área que debe obligar a la propietaria de la cafetería, Patricia Aspe, a quitar tal pinta.
“El ayuntamiento da un plazo máximo de 10 días y la petición la hicimos esta semana”, detalló.
En caso de que el municipio no actúe, entonces la instancia federal deberá actuar, aunque no precisó de qué forma.
La ley de Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos estipula que “en las zonas de monumentos y en el interior y exterior de éstos, todo anuncio, aviso, carteles;  las  cocheras,  sitios  de  vehículos,  expendios  de  gasolina  o  lubricantes;  los  postes  e  hilos telegráficos  y  telefónicos,  transformadores  y  conductores  de  energía  eléctrica,  e  instalaciones  de alumbrados; así como los kioscos, templetes, puestos o cualesquiera otras construcciones permanentes o provisionales, se sujetarán a las disposiciones que al respecto fije esta Ley y su Reglamento”.
El reglamento ordena que “toda obra en zona o monumento, inclusive la colocación de anuncios, avisos, carteles, templetes, instalaciones diversas o cualesquiera otras, únicamente podrá realizarse previa autorización otorgada por el Instituto correspondiente”.
El mural interactivo promociona el café para que la gente se tome una fotografía, la suba al muro del local en su perfil de Facebook y quien logra más “likes” se ganará una comida de 99 pesos.
La difusión del daño al edificio histórico causó un debate en redes sociales, a favor y en contra, pero fue la propia hija de la propietaria, Vera Sisniega Aspe, historiadora, ex funcionaria municipal y ex asesora del gobernador Graco Ramírez, quien para justificar la pinta comparó la mariposa con el mural de Diego Rivera en el Museo Regional Cuauhnáhuac.
Sin embargo, nunca exhibió el permiso que facultaría para tal fin al local, en caso de haberlo otorgado la dirección de Monumentos Históricos pero que el área jurídica del INAH declaró inexistente.