Por playgroundmag.net

Donald Trump es muy macho y además un genio. Lo sabemos, claro, porque él nos lo ha contado. Y no una ni dos veces. Y esa hombría suya, o esa ‘conciencia de hombría’ que le lleva a alardear de ‘stamina’ en cuanto tiene la ocasión, está íntimamente conectada con su famosísimo pelo, un asunto que lleva dando que hablar desde que el magnate se lanzó a su campaña presidencial.

Si buscas en Google «Trump hair» encontrarás un montón de teorías sobre el extraño aspecto del pelo del candidato a la presidencia. Especialistas capilares, médicos y peluqueros han intentado descubrir qué tipo de magia negra puede hacer que su cabello dance de una forma tan extraña hasta con una leve brisa. Bueno, pues precisamente el viento ha venido a aliarse con todos aquellos que siempre habían pensado que en la cabellera del millonario Trump había gato encerrado.

En el vídeo vemos cómo Trump está a punto de embarcar en el Air Force One. Saluda desde la pista de la base Joint Base Andrews. Cuando empieza a subir por las escalerillas del avión, una ráfaga de viento deja al descubierto lo que el estudiado peinado del Presidente está intentando ocultar.

Una cabeza llena de calvas, que el presidente cubre dejando crecer el pelo de las zonas que aún continúan teniendo algo de cabello.