Por Oswald Alonso

Cuernavaca, Mor., 20 de noviembre.-  El morelense Víctor Miranda Guerrero, condenado a la pena capital en el estado de California por la muerte de una mujer estadounidense, ya recibe la asesoría jurídica de un despacho privado especializado gestionado por el consulado mexicano, así lo informó Pablo Castro Zavala, presidente de la Confederación de Asociaciones Morelenses en Estados Unidos y Canadá.

Víctor Miranda, nacido en Cuernavaca y vecino de la colonia Chapultepec, en el año 2000 fue acusado del homicidio de una ciudadana estadounidense en la ciudad de Huntington Beach, California. Fue encontrado culpable y permanece recluido en la prisión de San Quintín, de San Francisco, California.

“Hace tres meses me reuní con él en la cárcel de máxima seguridad donde se encuentra los 40 mexicanos condenados a muerte”, dijo Pablo Castro quien informó que el consulado de nuestro país integró a Víctor Miranda a un programa de asesoría legal con el despacho especializado en pena capital.

La familia de Víctor y Pablo Castro han dicho que fue violentado el debido proceso al negarle la posibilidad de presentar testigos durante el juicio. “Lo que buscará la defensa es que al reabrir el caso ante la corte de California sean aceptados los testigos que afirman que él no pudo haber sido el asesino de la mujer”, expresó Castro Zavala.

La defensa, según Pablo Castro, pedirá se reabra el caso al inicios el próximo año. Por lo pronto, los padres de Víctor no han podido viajar a San Francisco debido a que siguen sin pasaporte ni visa.

Pablo recordó: “La familia es de muy bajos recursos, necesitan ayuda, su problema es que la embajada de Estados Unidos no les puede dar la visa humanitaria porque no hay una fecha de ejecución de Víctor”.

En abril del año pasado,  Rosa Evelia Miranda Guerrero, hermana de Víctor, pidió ayuda al gobierno estatal en defensa de su hermano pero también para que sus padres viajen a la prisión de San Francisco.

Ha pasado más de un año desde entonces, los padres de Víctor, dedicados a la venta de verduras en un puesto ambulante, siguen en espera de viajar a encontrarse con su hijo, que cumplió 15 años en prisión.