Por Antonella Ladino

Zapata, Mor., 22 de septiembre.- Una leyenda en la cartulina resume el dolor del hijo huérfano: “Nos dejaste sin papá» exhibe el hijo mayor de Eduardo, un joven de 21 años, detenido y golpeado por elementos de la Policía del Mando Único en este municipio. Esos golpes habrían provocado su muerte, días después, acusan sus familiares. Su hijo camina con unos 50 vecinos hacia la presidencia municipal para exigir justicia por la muerte de su progenitor.

Eduardo fue detenido la madrugada del 10 de septiembre pasado cuando regresaba de una “tardeada” en la ayudantía de la colonia Prohogar, en compañía de su esposa. Al salir los policías lo agredieron y lo llevaron detenido en una patrulla, luego de varias horas fue puesto en libertad, una vez que pagaron la fianza.

La protesta por esa injusticia se tradujo en una marcha que inició esta mañana alrededor de las 11:00 horas por vecinos y familiares de la víctima, quienes se concentraron en la casa de la familia Jiménez Candia para dirigirse hasta el palacio municipal. Tania, esposa de Eduardo, se reservó cualquier opinión respecto a los hechos ocurridos esa noche, pero sus familiares contaron que la madrugada del domingo, los uniformados tomaron por la espalda a Eduardo y lo golpearon en un 90 por ciento de su cuerpo.

Esos golpes, dijeron, provocó su muerte el sábado 17 en las instalaciones del hospital General G. Parres, cuyo personal también incurrió en negligencia porque cuando Eduardo fue ingresado al área de urgencias los médicos le indicaron que esperara su turno, a pesar de la fiebre que registraba.

Después de cinco horas en la sala de espera Eduardo empezó a vomitar sangre y hasta ese momento fue atendido, pero más tarde perdió la vida, refirieron los familiares.

Eduardo el hijo mayor de Leticia Candia Delgado fue sepultado el pasado lunes en el panteón de ese municipio y hoy una fotografía, veladoras y arreglos florales con la leyenda “descanse en paz”, acompañan la sala de su casa, donde su madre deja ver la tristeza que siente al perder a su hijo. “No se lo deseo a nadie”, dice entre lágrimas.

Tenía 21 años, dos hijos de siete y un año de edad, se desempeñaba como herrero, además vendía gelatinas y elotes en su tiempo libre, con ese dinero estaba construyendo una casa para sus hijos, expresó su tía Ascensión, quien lo recuerda como un hombre trabajador y responsable.

Al mediodía inició la marcha que finalizó en el ayuntamiento donde los familiares exigieron justicia, durante el camino portaron cartulinas en rechazo al modelo policial del Mando Único, a quienes señalaron como los culpables de la muerte de Eduardo.

Una vez en las instalaciones de la comuna los familiares solicitaron un diálogo con el alcalde Fernando Aguilar Palma, sin embargo, los uniformados cerraron las puertas de acceso al ayuntamiento, lo que provocó un ambiente tenso entre elementos policiacos y los familiares, más tarde fueron atendidos por el secretario particular José Luis Reyes Rojas y Amador Esquivel Cabello, secretario municipal.

Una comitiva ingresó a las instalaciones del palacio municipal donde uno de los puntos fue el acompañamiento de las autoridades municipales a los familiares a la Fiscalía General del Estado (FGE) y dar seguimiento al proceso de investigación.

Un caso similar ocurrió en noviembre de 2010, en la misma colonia un hombre recibió cuatro impactos de arma de fuego. En ese entonces la policía municipal arribó al lugar y encontraron al occiso de complexión delgada, estatura media y tez morena su cuerpo sin vida sobre el piso.

Los ministeriales recogieron cuatro casquillos calibre 38, versiones de testigos indicaron que los responsables fueron dos individuos que viajaban a bordo de un vehículo tipo Jetta color gris.

Mediante un comunicado el diputado y presidente de la Comisión de Justicia y Derechos Humanos del Congreso local, Francisco Santillán Arredondo condenó el hecho ocurrido en Emiliano Zapata, y ofreció a los familiares del deudo asesoría jurídica y acompañamiento ante la Comisión de Derechos Humanos (CDH) Morelos, instancia ante la cual los parientes presentaron una queja en contra de la Comisión Estatal de Seguridad Pública por los presuntos actos de violencia cometidos por elementos del Mando Único.