Por proceso.com
MÉXICO, D.F., (proceso.com.mx).- El líder del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, está lejos de ser un dirigente progresista por minimizar la importancia de discutir la legalización del aborto y las uniones entre homosexuales, criticó hoy la politóloga Denise Dresser.
La posición de Morena de denostar a quienes promovieron el voto nulo y de someter a consultas públicas temas torales para la izquierda moderna demuestran que Morena en realidad se trata de una plataforma conservadora.
“Alguien que afirma sin empacho: ‘Legalizar aborto y matrimonios gay, con respeto, no es tan importante…’. Pues sí, no es tan importante si uno no es mujer o gay o minoría o progresista demócrata que defiende los derechos humanos. No es tan importante promover derechos fundamentales si lo que López Obrador quiere es liderar un movimiento cuya única propuesta es combatir la corrupción. No es tan importante pensar en qué hace funcionar a la democracia incluyente, liberal y tolerante si uno no cree en ella. Como no lo hace AMLO y muchos de los que votaron por él. El que se dice líder del proyecto progresista en el país dista de serlo y muchos de sus colaboradores también”, apunta Dresser en su columna semanal publicada en el periódico Reforma.
“Una ‘izquierda’ que deja de ser progresista cuando coloca su destino en manos de un solo hombre, en un líder providencial por más incorruptible que sea. Una ‘izquierda’ que descalifica y lincha en vez de debatir ideas y reformas, proyectos y políticas públicas, medios y fines. Una ‘izquierda’ que ve a la socialdemocracia como una traición en lugar de la única manera de ser electoralmente viable. Una ‘izquierda’ peleada con el mercado que le apuesta todo a la benevolencia del Estado, incapaz de articular cómo va a crear riqueza para después repartirla mejor. Antimoderna, antiglobalista, sin una propuesta de futuro viable, creíble, convincente más allá de la definición de AMLO: ‘Ser de izquierda significa dos cosas básicamente, o sea: ser honesto y tener buenos sentimientos’. Si eso es realmente lo que significa ser de izquierda con razón no existe en México”, remata Dresser.