Por Leticia Villaseñor

CUERNAVACA, Mor., 4 de septiembre.- México no tiene una legislación que proteja el Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) que obligue al gobierno a intervenir efectivamente en su salvaguardia, lamentó Anna Goycoolea Artís, directora de Desarrollo Regional y Municipal de la Dirección General de Culturas Populares del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).

La funcionaria federal además subrayó la falta de coordinación entre las diferentes instituciones públicas, tales como el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) o el mismo Conaculta.

Una la ley abrirá la puerta al financiamiento para la protección del PCI, atajó, porque actualmente “sólo nos basamos en la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, que es un tratado internacional, pero que no se ajusta a las necesidades de las comunidades en el país”, dijo.

Expuso que el principal problema en este sentido es que la principal dependencia que debe operar  y resguardar el PCI, como el INAH, ve limitada su labor por la estructura administrativa que no permite hacer programas públicos para trabajar directamente con la gente.

Con respecto a Conaculta,  refirió que la Dirección de Culturas Populares permite tener programas como el de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMyC) pero su estructura no permite tener la parte de especialistas como los que tiene el INAH, que son quienes deben decir sobre el tratamiento del PCI.

Goycoolea Artís habló sobre el trabajo que en México se hizo por tres años con la creación de la Comisión Nacional de PCI, donde hubo una participación importante entre investigadores y sociedad civil para tomar decisiones, “pero lleva dos años que no ópera, lo que significa un retroceso en el tema de dos años, que pone en desventaja y en peligro el patrimonio cultural inmaterial”, culminó.

Lo anterior en el marco del Tercer Congreso Internacional sobre Experiencias en la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, que se lleva a cabo en Cuernavaca, hasta el 6 de septiembre, con la participación de más de 3000 exponentes de 18 países.