Por Leticia Villaseñor

CUERNAVACA, Mor., 15 de agosto.- Familiares y colegas del médico Marino Román Miranda, asesinado en la colonia 10 de abril, del municipio de Temixco, el pasado 5 de agosto, se manifestaron en las inmediaciones de la Fiscalía General del Estado para exigir el esclarecimiento del artero crimen.

Irene Ocampo Cruz, del movimiento #YoSoy17 y #YoSoyMédico17, dijo que entregaría a las autoridades correspondientes un oficio en el cual se expresa “el reproche contra los acontecimientos que atentaron contra la vida, integridad, salud, imagen, prestigio profesional y arrebato al derecho de presunción de inocencia”.

La galena dijo que a través del movimiento, “exigimos justicia real en el caso del asesinato del médico Román, no queremos que se fabriquen culpables para dar carpetazo al asunto”. Y es que el pasado miércoles, elementos del Mando Único de Temixco detuvieron a Israel “N”, de 25 años, quien al ver a los elementos actuó de manera sospechosa por lo que le hicieron una revisión y le encontraron un envoltorio de vegetal verde, al parecer marihuana. Según la Fislaía, al interrogarlo confesó haber participado en el asesinato del médico de Temixco.

Familiares de la víctima negaron que el médico haya recibido amenazas de muerte, extorsión o tenido algún altercado con pacientes. Asimismo, Elsa, hija del doctor Marino, denunció que la fiscalía no les ha dado informe alguno sobre el presunto victimario de su padre, “nos  hemos enterado más por los medios que por las propias autoridades”.

Ocampo Cruz dijo que los médicos sufren de agresiones, amenazas, no sólo de la delincuencia organizada, “somos agredidos por pacientes o familiares de pacientes, a pesar de los esfuerzos que hacemos para realizar nuestra labor. Pero no todo está en nuestras manos, hacen falta muchos insumos para que podamos realizar nuestro trabajo a cabalidad”.

Dijo además que a pesar de las reuniones que han sostenido con las autoridades gubernamentales, “no hay avance ni garantizan nuestra seguridad”. Hizo referencia al caso de una enfermera, quien, aseguró, fue asesinada “por hacer su trabajo, y atender a un herido, quien resultó integrante de un grupo delictivo y en ‘revancha’ por salvarle la vida, fue asesinada”, aunque no quiso revelar más datos sobre el presunto crimen.

El médico Marino Román fue ultimado a balazos, el pasado cinco de agosto, en su propio consultorio ubicado en la colonia 10 de abril. Este es el segundo caso del año en el que asesinan a un médico en esa misma zona. El móvil, el secuestro o robo en ambos casos.

En marzo pasado, integrantes del sector salud se manifestaron para exigir mayor seguridad en clínicas y hospitales ante la ola de robos y crímenes perpetrados al interior de las mismas instalaciones hospitalarias.