Por Leticia Villaseñor
Cuernavaca, Mor., 7 de diciembre.- El obispo de Saltillo, Coahuila, Raúl Vera López, anunció que trabaja en un informe de desaparecidos para enviarlo al papa Francisco, previo a su visita a México en febrero próximo.
El prelado acudió a la fosa común de Tetelcingo, Cuautla donde la Fiscalía General del Estado ordenó de forma irregular la inhumación de 118 cuerpos en marzo de 2014. Uno de los cuerpos fue identificado y reclamado por sus familiares pero las autoridades se negaron a entregarlo y después de una investigación personal lo localizaron en la fosa común.
Vera fue acompañado por familiares de víctimas y del representante del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, Javier Sicilia. En ese lugar responsabilizó al gobierno estatal de la inhumación irregular.
“Estos cuerpos gritan la violencia y el horror que el gobierno mexicano usa contra el propio pueblo para que viva en la zozobra, para que no nos demos cuenta del modo criminal en que destazan a la gente, son cómplices de la situación criminal por la que atraviesa el país”, dijo el obispo de la diócesis de Saltillo.
El religioso aludió la declaración oficial del Fiscal del estado, Javier Pérez Durón ante los diputados, en la afirmó que los cuerpos inhumados son 118, de los cuales al menos tres fueron “donados” a universidades para el estudio académico. Con ese dicho afirmó que el gobernador Graco Ramírez actuó de forma irresponsable porque “solapó” la inhumación de los cuerpos sin la identificación de los cuerpos.
Empero el Fiscal informó a los legisladores de Morelos que de los 118 cadáveres dos fueron entregados a sus familiares, 8 están en calidad de desconocidos, presumiblemente gente en condición de calle; tres cuerpos fueron donados a universidades y por eso cerró la cifra en 105 cadáveres inhumados en la fosa del oriente Morelos.
El fiscal admitió que no todos los cadáveres cuentan con carpetas de investigación porque algunas están en reserva o en archivo, y precisó que hay 51 carpetas de la zona metropolitana, 38 de la zona Oriente y faltan 27 por integrar.
La visita del obispo Vera López fue para exigir transparencia en las investigaciones que realiza la Fiscalía y el fincamiento de responsabilidades, luego de la localización del cadáver de Oliver Wenceslao Navarrete, sepultado de manera irregular. La víctima fue privado de su libertad y asesinado a mediados de 2013. Su cuerpo fue identificado por su madre María Concepción y las pruebas de ADN arrojaron una coincidencia del 99.9 por ciento, sin embargo fue enterrado.
“Las autoridades de Morelos ni siquiera quieren identificar a las víctimas con lo que abona a toda clase de mafias y criminales”, afirmó el padre Vera.
En opinión del obispo la guerra contra el narcotráfico es la salida del Ejército a las calles y de toda fuerza policiaca para eliminar expedientes, porque cada delincuente es una revelación de los nexos que mantienen con células delincuenciales pero también de las autoridades.
Por eso se habla de que no hay expedientes, porque tenemos un gobierno criminal al que no le conviene que la verdad sea revelada, afirmó, al tiempo que exigió a los morelenses presionar para que las autoridades involucradas sean juzgadas.
Luego de sus declaraciones, familiares de víctimas y los activistas hicieron una oración por el descanso eterno de los más de 100 cuerpos inhumados.
María Concepción, madre de Oliver, pidió a los medios presentes “no esperemos otro más, otra fosa en estas condiciones, sean nuestro eco, levanten la voz, de nosotros depende que los responsable reciban castigo, que regresen con sus familias, no nos pierdan, ayúdenos para que ellos, los que ya no están, puedan estar en paz”.
Amalia Hernández, tía del comerciante, exigió la apertura de las fosas para practicar los exámenes pertinentes e identificar los cuerpos.
“Seguiremos hasta dónde sea necesario, los cuerpos dirán la verdad, las autoridades ya no tienen ninguna credibilidad, tenemos miedo por enfrentamos a un gobierno corrupto que le apuesta al olvido y al temor”, sentenció.
Familiares de víctimas del estado de México y Michoacán, así como de Morelos, agradecieron el valor y la lucha que la familia Hernández emprendió para la búsqueda de justicia no sólo para Oliver sino para todos aquellos que se encuentran enterrados en dichas fosas.