Por Oswald Alonso

Como árbitro en el futbol profesional, Gilberto Alcala ganó fama y prestigio, pero como político es un ejemplos de lo que no debe volver a ocurrir  en México.

Gilberto, llegó a ser diputado local cuando el PAN, aún era fuerza política superior al PRD y al mismo PRI. No fue difícil llegar a una curul, pero como muchos sucumbió al poder y a los placeres mundanos a que tiene acceso un principiante de político.

Debemos hacer memoria y preguntarnos. ¿Cuál es la obra de este legislador?, ¿Cuántas iniciativas ingresó al Congreso Local?,¿Cuántas de esas iniciativas  -hipotéticamente ingreso- fueron aprobadas y qué beneficio social hubo e los ciudadanos?, ¿Cuántas veces subió a la tribuna a defender causas sociales, bueno, deportivas?,¿Cuántos movimientos en las colonias encabezó?. Son muchas preguntas que tienen una respuesta nada favorable para su pasajera carrera política. No tiene estructura social o política ni en la colonia donde vive.

Lo hemos escuchado como comentarista deportivo en una cadena de televisión, creo que no lo hace mal. Pero como representante popular es un fracaso que obliga a exponer. Habiendo salido de la legislatura ya no se le volvió a ver en la política hasta hace unas horas.

Apareció con Jorge Messeguer Guillén, candidato del PRD a la presidencia de Cuernavaca. El candidato que dicen va abajo en la preferencia del voto, anunció que panistas pasaban a sumarse a su proyecto electoral.

¿Qué aportara Gilberto Alcala sino tiene estructura ni obra personal a su paso por el Poder Legislativo? Sabemos que lo único que puede aportar es el nombre, pero para ganar la elección el candidato del PRD debe saber que necesita más que eso. Gilberto, no tiene nada, más que esa mala reputación que ganó al inmiscuirse en problemas sexuales  con trabajadoras del recinto parlamentario.

¿Es ese el ejemplo de persona que presenta un candidato que se asume como transparente, honesto que ha integrado a lo mejor en su equipo electoral?

Con honestidad, Alcala, el político reciclado en el PRD, no aportará nada a la campaña fallida de Jorge Messeguer, sólo el anunció mediático que intenta con mal disfraz, vender al electorado, sin conseguirlo, una alianza que no lleva votantes en masa.