De la Redacción
CIUDAD DE MÉXICO, 11 de septiembre.- Tras el anuncio presidencial de la creación de la Secretaría de Cultura –el pasado 2 de septiembre–, los sindicatos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y de la Secretaría de Educación Pública (SEP) rechazan su creación ante la posible desvinculación entre educación y cultura.
Por medio de una iniciativa que pretende legitimar y legalizar el desmantelamiento del sistema educativo nacional, imponiendo al Conaculta como cabeza de esa aberrante división entre educación y cultura.
Los resultados del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), a 27 años de su creación, son desastrosos, expusieron a través de un comunicado firmado por el Colectivo de Sindicatos de Educación y Cultura-SEP, y exigieron se fortalezcan los presupuestos de ambos institutos.
Pese a ello, la Presidencia de la República anunció la creación de la Secretaría de Cultura por medio de una iniciativa que pretende legitimar y legalizar el desmantelamiento del sistema educativo nacional, imponiendo al Conaculta como cabeza de esa división entre educación y cultura.
Además, los integrantes del colectivo señalaron como “elefantes blancos” al Centro Nacional de las Artes y la mega Biblioteca José Vasconcelos, mientras se produce el debilitamiento de todas las escuelas de iniciación artística media superior y profesionales, entre las que mencionan al Conservatorio Nacional de Música, los Centros de Investigación, Documentación e Información en Artes y la Escuela de Danza Clásica y Contemporánea, por citar algunos.
La fractura del sistema educativo artístico nacional, la elitización de las actividades, los mega proyectos arqueológicos y la comercialización de zonas prehispánicas y museos nacionales.
El colectivo subrayó que no se dio a conocer cómo se aplicaron los recursos destinados a la Cineteca Nacional y la Ciudadela, con un presupuesto de más de 800 millones de pesos así como la asignación de 60mdp de la SEP para la reparación de bibliotecas.
Los trabajadores piden “el respeto al marco jurídico existente en el caso de las zonas de monumentos arqueológicos e históricos.
Abordaron también el tema del cumplimiento de los perfiles de trayectoria, que deben tener los directores del INBA y del INAH, y exigieron el fortalecimiento del INBA y el INAH mediante ampliaciones presupuestales que les permitan cumplir con sus labores institucionales de extensión de la educación cívico-histórica-artística por su amplia tradición y experiencia en las materias de su competencia.