Por Leticia Villaseñor

CUERNAVACA, Mor., 04 de agosto.- Integrantes de la organización Gustavo Alejandro Salgado Delgado se manifestaron en Casa Morelos e inmediaciones del Centro Histórico de la capital morelense, en demanda de esclarecer el artero asesinato del activista, a seis meses de perpetrado.

Los inconformes, en su mayoría gente de la tercera edad, bloquearon por momentos los accesos a Casa Morelos e incluso un par de señores se amarraron a la reja. Otro contingente cerró por unos minutos la calle Gutemberg.

La demanda, que los presuntos asesinos de Gustavo Salgado no queden libres bajo el argumento de violación a sus derechos, ya que por pertenecer a una comunidad indígena aducen sus abogados que no hablan Español, por ende, no tienen acceso a un juicio justo.

Lo anterior lo explicó Gabriel Rivas Ríos, dirigente de la organización, quien lamentó que la Comisión de Derechos Humanos (CDH) Morelos, “está más preocupada por proteger criminales que de clamar justicia para un activista y defensor de Derechos Humanos”, acusó.

A seis meses del asesinato del dirigente estatal del Frente Popular Revolucionario, el asesinato no se ha resuelto, a pesar de la detención de Héctor “N” y Elidió “N”, ambos de 35 años; Víctor “N” de 25 y Victorino “N” de 50 años de edad, informó la Fiscalía General de Justicia de Morelos el pasado seis de febrero.

“Aún persisten las amenazas para los vecinos de la colonia Plan de Ayala y del Campamento de Frente, en el municipio de Ayala”, al oriente de Morelos, detalló Rivas Ríos, al tiempo que denunció que hay más autores materiales e intelectuales del crimen de Salgado Delgado.

Una comitiva ingresó a Casa Morelos para exigir cuentas al gobierno del estado, en caso de no obtener información reciente del caso, dijo Gabriel Rivas, se reorganizarán para entablar protestas y movilizaciones futuras.

El joven activista fue privado de su libertad el pasado 03 de febrero en Ayala, donde dirigía el campamento integrado principalmente por pobladores de los estados de Oaxaca y Guerrero.

Gustavo fue interceptado en un paradero de camiones del servicio público, alrededor de las 18:00 horas. Su desaparición fue denunciada a través de redes sociales y ante la Fiscalía.

El 04 de febrero fue hallado su cuerpo con signos de tortura, decapitado y con las manos cercenadas.