Por Aranzazú Ayala | Ernesto Aroche de ladobe.com.mx

@aranhera | @earoche

Puebla.-  #PuebladeLuto llenó la Avenida Reforma, fueron doce mil, dijeron los organizadores. El gobierno redujo el número a sólo mil 250 manifestantes. El cálculo de Lado B estima ocho mil participantes, pero más allá de cifras lo cierto es que cuando la avanzada de la marcha entraba al zócalo de la ciudad, la retaguardia aún esperaba a la altura del Gallito (11 norte-sur), 6 calles detrás, su ingreso a esa emblemática arteria poblana. La misma que comunica al Paseo Bravo con el corazón de la angelópolis, la misma que sirvió de termómetro para medir el rechazo de los poblanos al “góber precioso” en el 2006, cuando en el arranque de su administración quedó contra las cuerdas por una llamada telefónica que le heredó a la picaresca poblana aquella frase de: “tú eres el héroe de esta película, papá”.

Hoy la avenida Reforma volvió a convertirse en el termómetro de un descontento social que más allá de frases para la memoria y la ignominia de los gobernantes–“usaron piedras de grueso calibre”, “usan niños como escudos”— mostró su abierto rechazo a una administración, la de Moreno Valle, a la que se acusa de represora y déspota.

Hace algunas semanas en su visita a Puebla, María Elena Morera, la presidenta de Causa Común, señalaba ya que el diálogo de las organizaciones de la sociedad civil con el gobernador era nulo, semanas atrás también, presidentes auxiliares buscaron la vía institucional y el diálogo para tratar de revertir la decisión del Congreso del estado de retirarles la facultad del registro civil, pero, como dijo el presidente de San Bernardino Chalchihupan, hoy comunidad emblemática, “cuando se agotó la tinta, el papel y los dedos de estar tecleando, salimos a manifestarnos y esto es lo que pasó”.

Y lo que pasó fue un enfrentamiento entre vecinos de la junta auxiliar y policías estatales cuando los segundos intentaron desalojar a los primeros pues habían cerrado el kilómetro 14 de la autopista Atlixco Puebla.

En ese enfrentamiento un joven de 13 años, José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo, cayó con la cabeza rota, una fractura por golpe contuso, como lo definió el neurólogo Luis Felipe Loria Rosado, le provocó un edema cerebral maligno y  luego de diez días de agonía, la muerte.

Y hasta el momento, a 32 días de la tarde del violento desalojo no hay aún responsables del asesinato ni claridad en los sucesos. Y la única hipótesis oficial, la que dio a conocer el Procurador del estado, Víctor Carrancá Bourguet, de que el menor fue herido por la onda expansiva de un cohetón lanzado por pobladores de Chalchihuapan, no es definitiva según reconoció en su comparecencia en la Comisión Nacional de Derechos Humanos, a pesar de que días antes, al presentar las conclusiones ante medios de comunicación el funcionario estatal afirmara que para la dependencia a su cargo ésa era la causa de la muerte del menor y que se llegó a ella tras revisar 98 dictámenes.

 

–Por eso, Moreno Valle se debe ir. José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo no debió morir –dice Misraim Hernández, integrante de Contingente Puebla y una de las voces críticas a la administración estatal, quien junto con otras organizaciones y sindicatos convocó a la marcha de repudio a Moreno Valle y por la desaparición de poderes, y la exigencia de la salida de los secretarios de Seguridad Pública, Facundo Rosas Rosas, y General de Gobierno, Luis Maldonado Venegas.

Y esa exigencia se replicó en todos lados, en carteles: “Puebla Unida contra el Rey Bala”, “desaparición de poderes, fuera Moreno Valle asesino”, “juicio político a Rafa-Bala”, en playeras: “El Góber bala y sus piedras que gran calibre”, y en las declaraciones de algunas de las figuras políticas que caminaron también el largo recorrido de la manifestación.

–En una democracia el que manda es el pueblo, y este pueblo de Puebla tiene acumulados muchos agravios en los últimos tres años y medio, agravios que urge que vea todo México, que queremos que las cosas cambien y que cambien para bien, y yo creo que los sindicatos  y las ONGs se haya podido poner de acuerdo, aún saliendo de diferentes lugares, y unos de blanco y otros de negro. Queremos tranquilidad y orden, y no puede haber una entidad en orden mientras no tengamos una división de poderes y una garantía de que nuestros derechos serán respetados.

 

Él, pura mentira

“Hoy nos tocó a nosotros, si no quitamos todo esto (la #leybala) otro día podría pasar con otros pueblos. Pueblos unidos jamás podrá el señor gobernador contra nosotros. Él dice que va a cuidar a los niños y no lo está cumpliendo, acabó con la vida de mi hijo, y eso no se vale, él todo pura mentira, lo que está haciendo es pura mentira”.

La voz es de Elia Tamayo, la madre de José Luis Alberto, la mujer menudita que desde el pasado 9 de julio perdió al mayor de sus hijo, el único varón. Y quien no duda que el único responsable por la muerte del menor es el gobernador del estado.

“Acabó con la vida de mi hijo, y eso no se vale. Él pura mentira, lo que está haciendo es pura mentira. Yo tuve mucha presión cuando estaba en el hospital, pero yo dije jamás voy a recibir nada, como si hubiera vendido a mijo, mijo no tiene precio, jamás”.

Elia Tamayo habla desde la fuente de San Miguel, a su lado sus familiares la arropan, en un segundo círculo la acompañan otros vecinos de Chalchihuapan y en un tercero la rodean activistas de las organizaciones que convocaron -Contingente Puebla, Puebla Vigila, Bordados por la Paz, Tetela Hacia el Futuro y Unitierra- mientras las grabadoras y video-cámaras la graban.

 

Dos representantes del colectivo Bordados por la Paz Puebla, quienes llevaron durante la marcha una pancarta negra con un pañuelo bordado en memoria de José Luis Alberto, entregaron a Elia el bordado en solidaridad.

Después toma la palabra Misraim Hernández, de Contingente Puebla, para leer un manifiesto con siete exigencias, empezando por el juicio político contra Moreno Valle, “por ser el principal responsable de la ingobernabilidad en nuestra entidad”, y que posteriormente sean desaparecidos los poderes del Estado, junto con la destitución inmediata del Secretario General de Gobierno, del de Seguridad  Pública y del Procurador de Puebla.

Como tercer punto pide que se deroguen las reformas que vulneran los derechos humanos y sociales de los ciudadanos, y que son anticonstitucionales; el cuarto pide que se cancelen todas las órdenes de aprehensión contra activistas y liberen a los presos políticos; el quinto que se investigue, esclarezca y castigue a los responsables de la muerte de José Luis Alberto Tehuatlie en Chalchihuapan; el sexto que se restituyan los servicios de Registro Civil en las juntas auxiliares y finalmente el “respeto total” a los derechos de libertad de expresión, manifestación, asociación pacífica y libertad de reunión.

El zócalo para ese momento es un hervidero de gente, a pesar de que la marcha ya terminó y como estaba previsto no hubo oradores ni protagonismos políticos, a pesar de que ahí anduvieron panistas que primero apoyaron a Moreno Valle y hoy se han vuelto sus críticos, como Violeta Lagunes; o militantes de la izquierda partidista llámese Zeferino Martínez, del PT local, o Gerardo Fernández Noroña, ex diputado federal también por el PT; o algunas fracciones partidistas del PRD como la que encabeza Jorge Méndez Spíndola; o consejeros de Morena, como René Sánchez Galindo; o diputadas del Partido Verde Ecologista.

También participaron en la marcha integrantes del Movimiento Los de Abajo, el Frente por la Defensa de los Pueblos, Tetela Hacia el Futuro, la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), trabajadores del sindicato del Instituto Mexicano del Seguro Social, del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana y trabajadores de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla afiliados al Movimiento de Trabajadores Administrativos Sindicalistas.