Por JUSTINO MIRANDA

CUERNAVACA, Mor. 6 de julio.- El Consejo Universitario de la UAEM determinó marchar este martes y protestar contra la creación del Sistema Estatal Anticorrupción, porque consideran que los legisladores violaron la autonomía universitaria al arrogarse la facultad de designar al titular de su Órgano de Control Interno.

“La Universidad siempre ha cumplido escrupulosamente con sus obligaciones de transparencia y de rendición de cuentas, lo que es inadmisible es que el Congreso pretenda tener una injerencia directa en la vida universitaria a través del nombramiento del órgano interno de control, una instancia que está contemplada dentro de la normatividad propia de la UAEM”, dijo el rector Alejandro Vera Jiménez.

La protesta del rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) estriba en que el Congreso de Morelos consideró a la máxima casa de estudios en el estado en el grupo de «organismos autónomos”, sin hacer la diferencia, como se hizo a nivel nacional, entre organismos  definidos como autónomos por la constitución, por ejemplo el INE o el CONEVAL, y entidades definidas como autónomas por la ley, como lo establece el artículo tercero Constitucional.

El miércoles pasado el Legislativo local aprobó el Sistema Estatal Anticorrupción y entre sus lineamientos citó que se se “crea la facultad del Congreso del Estado para la designación de los Titulares de los Órganos de Control Interno de los organismos reconocidos como constitucionalmente autónomos en la Constitución Estatal”.

El dictamen votado como de urgente y obvia resolución comprende también la creación de una Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción y dota a la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización de la facultad de solicitar y revisar, de manera casuística y concreta, información de ejercicios anteriores al de la Cuenta Pública en revisión de los entes sujetos a fiscalización.

Al debate también se sumó el Instituto Morelense de Información Pública y Estadística (IMIPE) y consideró en un comunicado que es imperativo que existan organismos de control interno que vigilen el quehacer de las entidades y en este caso de los organismos autónomos.

“Si bien es cierto que la normatividad otorga autonomía, esta no debe entenderse como un quehacer discrecional. La autonomía no es sinónimo de autarquía; la autonomía presupone el dictado de la propia norma que rija su actuar”, sostuvo.