Por Héctor Guerrero / Sonora enviado de verdebandera.com.mx
26 de agosto de 2014.-Más de 350 kilómetros separan a la comunidad de Cananea en el estado fronterizo de Sonora de su capital Hermosillo; el camino es largo y su autopista que compone la ruta más corta esta cerrada por la creciente del Río San Miguel otro afluente del Río Sonora el más grande e importante del estado.
Fue el 6 de agosto cuando el Arroyo Tinajas, afluente del Río Sonora, comenzó a recibir 40 mil metros cúbicos de Sulfato de Cobre acidulado (CuSO4), provenientes de un represo de la empresa Buenavista del Cobre. El afluente poco a poco fue distribuyendo la contaminación de los químicos utilizados por la empresa minera para la extracción del cobre más fino y puro que se produce en México.
Las consecuencias son 24 mil personas afectadas en su abasto de agua, y la contaminación del Arroyo Tinajas en 17.6 kilómetros, el Río Bacanuchi sobre 64 kilómetros, el Río Sonora en 190 kilómetros, además de que las aguas tóxicas alcanzaron la Presa El Molinito, que almacena 15.4 millones de metros cúbicos de agua, la cual se encuentra cerrada precautoriamente sin que a la fecha se hayan presentado evidencias de contaminación, según la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, en un diagnóstico dado a conocer este 26 de agosto.
Los muestreos de la Comisión Nacional del Agua han arrojado la presencia de los siguientes metales fuera de norma en los ríos contaminados por la mina: cobre, arsénico, aluminio, cadmio, cromo, fierro, manganeso y plomo.
El desastre ambiental fue generado por Grupo México, la misma empresa que el 19 de febrero de 2006 dejara enterrados a 65 trabajadores en la mina Pasta de Conchos, Coahuila luego de un accidente, sin que hayan tenido la voluntad de rescatar los cuerpos.
Xavier García de Quevedo Topete es presidente del Grupo Mexico, empresa dueña de Buenavista del Cobre, la mina más grande de México para extracción de este metal y la tercera en el mundo, superada sólo por las ubicadas en Chile.
Una semana después de iniciar el ecocidio, en entrevista relataba que para la tarde del día del derrame comenzaron a ser alertados por los trabajadores que un represo en construcción que aún no estaba en operaciones compensaba a “lagrimear” el agua que contenía.
Lo anterior generó que comenzaran a fabricar un dique de contención que de poco ayudó, ya que fue rebasado por la fuerza del agua que finalmente llego al Arroyo Tinajas.
“De inmediato alertamos a las autoridades competentes, al Presidente Municipal y a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) que es lo que debemos hacer por obligación”, comentaba García de Quevedo, mientras se daba a la tarea de buscar los documentos que a su decir comprobaban los avisos oportunos a las autoridades.
El presidente de Grupo México quería contradecir a Protección Civil del Estado, que en voz de Jesus Arias, encargado del operativo de emergencia, asegura que ellos se enteraron hasta el sábado al mediodía del accidente que ocurrió el miércoles en la mina.
En realidad la alerta fue hecha por gente de las comunidades aledañas al río, quienes reportaron por teléfono a Protección Civil, el 7 de agosto, que el agua venía de un color extraño rojo y turbio, despidiendo un olor poco conocido.
La empresa notificó del incidente a la Autoridad Federal vía telefónica dos días después, el 08 de agosto, pero de manera formal hasta 6 días después, el 12 de agosto, asegura el expediente de la Semarnat sobre el caso.
De hecho, Grupo México mintió en los días posteriores al accidente, al asegurar que el percance se ocasionó por “lluvias por arriba de la media”; sin embargo, los reportes del Servicio Meteorológico Nacional (Conagua) demuestran que esto es falso.
Preocupación
Jorge Acedo, presidente del colectivo activista “Súmate a Cananea” y ex trabajador de la mina, desde un principio tenía la certeza de que era urgente la presencia de expertos ajenos a la empresa para realizar estudios sobre la calidad del agua, ya la cal bajaría sólo la acidez en el río.
La pregunta que se hacían los pobladores de los 10 municipios que componen la ruta del Río Sonora es es qué pasara con los metales pesados, los cuales irían al subsuelo y, según su lógica, estarían contaminando los pozos de donde las comunidades se abastecen.
“Poca es la presencia de las autoridades en la zona, no nos han informado nada, más que no tomemos agua ni nos bañemos con ella ni nada y que cuidemos a los niños” comentaba Jesus Saborí habitante del poblado La Bombita en el municipio de Banámuchi a la semana del incidente.
Agua a cuenta gotas
Son las seis de la tarde. Don Luis Alfonso, de 58 años de edad y cartero de profesión tiene ya más de 2 horas de pie con un garrafón de agua vacío esperando que llegue alguna pipa de agua al centro de Arizpe.
Son tres días ya sin agua y no saben a qué horas volverá a llegar.
“En la mañana trajeron, pero se acabó luego, dicen que ahorita van a traer más, ojalá, yo ya junte dos cubetas con la lluvia, pero hace falta en la casa para tomar”.
Luego invierte los papeles y me pregunta a mi: “¿Usted sabe cuando acabe el problema, cree que el río vuelva estar bien?. Uno tiene miedo y no sabe nada”.
A Ramona se le agota la paciencia y se retira del lugar con sus dos botellones vacíos y sus tres hijas. Comenta que mejor se va pues sus niñas tienen sed y mejor que se estén en la casa.
Octavio Toledano se me acerca y me dice el día que inició el problema sacó agua del río en una botella. De repente corre a su casa y al volver nos muestra una botella pet con agua turbia y un asiento espeso al fondo. “Así estaba todo el río”, sentencia.
Hasta las 8 de la noche Octavio espera a la pipa en la plaza municipal. Cuando llega, los tripulantes informan que no llegarán más garrafones, sólo dos pipas, una llena y otra a la mitad con agua.
La pipa comienza de inmediato su recorrido por el pueblo dejando agua a los habitantes que salen a su paso con ollas, cuentas y hasta un bote de basura.
Al día de hoy, la minera se encuentra realizando una ampliación de su planta con una inversión de 3 mil 200 millones de dólares, que le permitirá subir su producción de 200 mil toneladas a 500 mil y aseguran que trabajaran para que este tipo de accidentes no se repitan.
Sin embargo aceptan que no lo pueden asegurar, argumentando que en cualquier lugar de este tipo ocurren situaciones así, sin embargo los representantes de la empresa aseguran que acatarán cualquier sanción que les sea impuesta por la autoridad
Conagua por el momento dice que la situación está controlada, sin embargo la alerta se mantiene por tiempo indefinido debido al riesgo que implica el agua contaminada para las más de 22 mil personas, que se mantiene en las plazas de sus municipios esperando que llegue el agua y la aún más anhelada información confiable.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente ha puesto una denuncia penal ante la Procuraduría General de la República y también se inició un juicio de Responsabilidad Ambiental para la reparación de los daños. Por lo pronto hay una multa de 40 millones de pesos, pero la restauración del ecosistema puede costar miles de millones de pesos más.
Otra de las medidas de obligatorio cumplimiento para Grupo México, impuesta por Conagua, es que dos veces al mes se tiene que monitorear la calidad del agua de los ríos contaminados, durante los próximos 5