De la Redacción
CIUDAD DE MÉXICO, 29 de mayo.- El artista plástico Rafael Cauduro dejó huella del enorme talento que le caracteriza en “su” Condominio, mural de ocho por 15 metros que realizó en un edificio, entre la Roma y la Condesa, en la Ciudad de México, y que fuera inaugurado anoche.
Una diversidad de personajes “se dan cita” en el mural, que muestra una combinación de lo antiguo y lo moderno, que incorpora la obra contemporánea a una casa de principios del siglo 20.
Por espacio de tres años, Rafael Cauduro trabajó en el mural, para lograrlo, se reprodujo en su casa de Cuernavaca un bastidor con sus dimensiones.
El artista utilizó acrílicos, lacas y retoques de óleo para su obra. Agregó aluminio y pigmentos a la resina, lo que dio el efecto de metal al refrigerador que pintó en el cuadro de la cocina. Cuando los paneles del mural estuvieron listos, los trasladaron al edificio y quedaron instalados en ocho días.
“Metimos la banqueta al edificio», precisa Antonio Cordero, gestor del proyecto, mientras muestra cómo la acera se prolonga hasta la fachada, más allá de la entrada. No existe una frontera entre lo privado y lo público, observa. Sólo una caja de cristal para proteger el mural.
Es un asunto de querer, no de poder, aseguró Cordero. «Cuando le dijimos a los inversionistas vamos a hacer un mural, hay que gastar tanto, mucha gente se bajó del proyecto».
El arquitecto Antonio Farré reconoce que el mural da un valor agregado al edificio. «Sin duda, pero no cualquiera te lo compra». Cordero calcula que se invirtieron 75 millones de pesos en el mural y la estructura que lo protege.
La obra muestra desde la vecina despampanante hasta jóvenes fiesteros y la «cárcel de los niños». «Son mis hijas», explica. «Ese es su ámbito, las ventanas, y me da tristeza”.
Cauduro creó los murales Escenarios Subterráneos en la estación del Metro Insurgentes, y Los Siete Crímenes Mayores en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pero es la primera vez que pinta una fachada externa.